Tanto si tienes un perro como si no, es importante que enseñes a tu niño pequeño a comportarse con los perros. Hoy en día no solo verá a estos amigos peludos por las aceras y parques de tu vecindario, sino también en restaurantes, supermercados e incluso en los aviones. Los perros son cada vez más aceptados en público debido al aumento en las inscripciones de perros para servicio y apoyo emocional. Esto significa que tu niño pequeño puede interactuar con un perro en cualquier momento y en una variedad de entornos diferentes. Para asegurar que tu niño, el perro y el dueño del perro tengan una interacción agradable y segura, ¡aquí hay algunos consejos!
Modela el comportamiento que quieres
Si eres amante de los perros, puede ser fácil ir directamente a acariciar a un perro aunque estés tratando de enseñar a tu niño pequeño a no hacerlo. Recuerda que tu niño probablemente imitará tus acciones en estas situaciones. Incluso si ves un perro que conoces bien, trata cada interacción como si fuera la primera vez que conoces al perro, para que pueda entender el comportamiento apropiado y seguro frente a las mascotas.
Habla primero con el dueño del perro
Asegúrate de saludar al dueño y pedirle permiso para saludar o acariciar al perro. Algunos de los perros que conozcas serán animales de servicio y no deben ser tocados. Hazle saber a tu niño que estos perros de servicio son especiales y que «trabajan» cuando están fuera de casa. Recuerda que nunca es apropiado preguntar por qué un dueño necesita un perro de servicio.
Si no es un perro de servicio, deja que el dueño guíe la interacción contigo y tu niño pequeño. Después de que preguntes, «¿Está bien decirle hola a tu perro?» el dueño puede hacerte saber si el perro se siente cómodo con los niños, si es tímido o si realmente le gusta un buen masaje en la barriga. Hablar con el dueño del perro es un primer paso esencial para asegurar una interacción segura, educada y agradable.
Se amable y deja que el perro venga a ti
Muchos amantes de los perros verán un cachorro de aspecto amigable, extenderán sus brazos y correrán hacia él como si fuera un amor perdido de hace mucho tiempo. ¡No es sorprendente que un niño pequeño quiera hacer lo mismo! Pero por más cálido y accesible que parezca un perro, después de que el dueño dé el visto bueno, sigue siendo importante permitir que el perro se acerque a ti primero. Los entrenadores de perros sugieren que se le extienda una mano y se le permita al perro olerla. Arrodíllate para estar a la altura de los ojos del perro y de tu niño. Enséñale a extender el brazo y dale una mano amiga al perro. Sé paciente y amable y permite que el perro venga a ti. Dale uno o dos minutos para olfatear tus manos y familiarizarse con ambos.
Si el dueño dice que no se puede acariciar
El dueño puede pensar que no es apropiado que acaricies al perro. Tal vez el perro está en entrenamiento, no ha tenido ninguna interacción con niños aún o tiene tendencias agresivas. Si está a una distancia segura, está bien saludar y hablar del cachorro. «Sí, es un perrito marrón. Es grande y fuerte, ¿no? Podemos saludarlo pero no podemos acariciarlo hoy porque aún está aprendiendo». Agarrar rápidamente a tu niño y correr en dirección contraria puede provocar una sensación de miedo tanto en él como en el perro. Hazle saber que algunos perritos necesitan tiempo extra a solas con sus mamás y papás humanos. Gritar o huir puede hacer que algunos perros reaccionen, por lo que siempre es mejor mantener la calma, evitar los movimientos o ruidos repentinos y alejarse lentamente.
Los perros con comida o juguetes necesitan espacio
Los perros pueden ser posesivos con los juguetes y la comida. Enséñale a tu niño que si un perro está jugando con un juguete o disfrutando de una golosina o comida, es mejor darle espacio. Si tienes un perro nuevo en casa, puede intentar jugar con los juguetes de tu niño. Asegúrate de que el niño comprenda que nunca debe arrancarle un juguete al perro. Siempre debe avisar a un adulto cuando el perro tenga un juguete que no le pertenezca.
Siempre supervisa a niños y perros
Recuerda que los perros y los niños menores de cinco años no deben ser dejados solos. Aunque todos se comporten bien, los perros y los niños pueden ser impredecibles. Para mantener la seguridad frente a las mascotas en todo momento, siempre hay que tener un adulto en la habitación.
Otros comportamientos que los niños deben evitar
Por último, enséñale a tu pequeño estas reglas para promover un trato amable y gentil con los perros:
- No apretar o abrazar al perro.
- No correr o gritar alrededor del perro
- No intentar montar al perro
- No mover o halar la cola y orejas
- No lo molestarlo mientras duerme.
A tu niño pequeño le llevará tiempo dominar las reglas para interactuar con los perros, pero empezar desde pequeño será la mejor manera de asegurar un sentido de respeto y seguridad para toda la vida alrededor de los perros.